El pez de San Pedro o Sanmartiño (Zeus faber) es un pescado poco apreciado entre el consumidor debido, seguramente, al aspecto que tiene. A pesar de su poco atractivo, quienes aprecien su fina carne pueden encontrarlo en las plazas de abastos de la Ría de Pontevedra como en la de Bueu (cuya cofradía de pescadores lleva el nombre de este pez), Portonvo o en la de Pontevedra.
En cuanto a su morfología, posee un cuerpo alto y comprimido sin escamas (excepto en la línea lateral) con una cabeza de gran tamaño y una aleta dorsal provista de rayos muy largos. De color dorado, o gris verdoso, el sanmartiño tiene una mancha negra rodeada de blanco o amarillo en el centro del cuerpo, a ambos lados. En cuanto a su tamaño, este suele estar entre 20 y 50 cm aunque puede llegar hasta los 60.
El sanmartiño tiene una amplia distribución, encontrándolo mayoritariamente en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental des de tierras escocesas hasta África occidental. Pero al tratarse de un pez cosmopolita puede encontrarse en la costa sudafricana occidental, al suroeste asiático, en Australia y en las costas del Japón. Normalmente vive en fondos arenosos entre 10 y 50 m, pero pueden llegar a profundidades de hasta 200 m en zonas rocosas o praderas submarinas.
El sanmartiño se alimenta de pequeños peces como sardinas o arenques y de crustáceos como los camarones. Ocasionalmente también pueden alimentarse de sepias y calamares. Como estrategia para alimentarse pueden esconderse en la arena utilizando sus espinas dorsales como anzuelo, aunque normalmente se acercan lentamente a su presa y se abalanzan sobre ella con el hocico extendido hasta engullirla.
Es un pescado que desova en verano y consigue la madurez sexual a los 4 años. Cuando esto ocurre liberan espermatozoides y huevos para ser fecundados en el agua. La puesta se realiza en aguas poco profundas, a menos de 100 m. En organismos de aguas más cálidas esta puesta puede tener lugar en primavera.
En cuanto a su captura, la flota artesanal puede obtenerlo mediante artes de línea como el palangre.
Como curiosidad, se dice que este pez debe su nombre a San Pedro que, cuando le reclamaron los impuestos que César exigía a los habitantes de Roma, introdujo la mano en el agua y sacó un pez, le abrió la boca, sacó una moneda y con ella pagó los impuestos reclamados. El nombre de Pez de San Pedro viene por la mancha negra a cada lado que se corresponden con la marca de los dedos del apóstol.
A pesar de su relativa escasez vale la pena probarlo alguna vez. El sanmartiño tiene una carne apreciada y sabrosa, comparada con la del rodaballo, que hace muchos amigos cuando ocupa su lugar en el plato. Es uno de los mejores pescados para hacer a la sal, en el horno y también para filetear, por su carne compacta. También se puede hacer en caldeirada.
Nos despedimos con una curiosa receta que tiene al sanmartiño como protagonista