Seguimos con nuestra serie “Especies de la Ría de Pontevedra” en la que, en esta ocasión, os vamos a hablar del Escarapote de piedra (Scorpaena scrofa) un pescado muy conocido y apreciado que podemos encontrar en lonjas como la de Bueu o Portonovo y en las distintas plazas de abastos de la Ría de Pontevedra.
El escarapote o cabracho (Scorpaena scrofa) es un pez de la familia scopaenidae, de 30 a 50 cm de longitud, con un cuerpo muy robusto, de color rojo y cubierto a lo largo de su cabeza y aletas de multitud de espinas venenosas que son peligrosas incluso cuando el pez ya ha muerto. Posee unos ojos ovalados y una boca muy grande con dientes en ambas mandíbulas y apéndices dérmicos tanto en la mandíbula inferior como superior.
La aleta dorsal está formada por 12 radios duros y 9 ó 10 blandos, mientras que la aleta anal posee 3 radios duros y 5 ó 6 blandos. Entre los radios 6 y 11 de la aleta dorsal presenta una mancha oscura muy característica. Posee un gran número de escamas sobre la línea lateral, entre 35 y 45, mientras que la cabeza se encuentra desnuda, sin escamas .
Pueden modificar en pocos minutos su color, aclarándolo u oscureciéndolo, para adaptarse al color del fondo y muda la piel cada dos semanas.
En cuanto a sus hábitos, se trata de un pez solitario que vive en fondos rocosos o coralígenos, a partir de los 20 metros, y en fondos fangosos hasta los 200 metros de profundidad. Permanece inactivo en el fondo (bentónico) durante el día y cazando de noche góbidos, crustáceos y otros invertebrados. A pesar de que los adultos, durante el día suelen descansar sobre el fondo, los juveniles prefieren nadar a medias aguas.
Durante los meses de mayo a agosto tiene lugar su reproducción llegando a realizar una puesta de 200.000 huevos. Podemos encontrar a Scorpaena scrofa en aguas del Mediterráneo y del Atlántico oriental donde los pescadores utilizan artes de enmalle, como el trasmallo, o el palangre para su captura.
Es una especie potencialmente peligrosa, debido a que en la aleta dorsal y en el opérculo branquial posee unas espinas conectadas a glándulas venenosas capaces de provocar un gran dolor, inflamación e incluso fiebre. En este caso hay que tener en cuenta que cuanto mayor es el pescado, más venenosa y peligrosa será la picadura, sobretodo en niños.
A pesar de lo peligroso de sus espinas venenosas, el escarapote o cabracho es un pescado muy apreciado gastronómicamente, con el cual preparar el tradicional pastel de cabracho.