Con el comienzo del verano los días son más largos, comienza el calor y en las plazas de abastos podemos disfrutar una gran variedad de pescado azul, el cual se encuentra en su mejor época de consumo. Pero, ¿por qué el pescado azul está de temporada? En verano se produce una mayor cantidad de nutrientes (debido a los fenómenos de afloramiento) que ponen a disposición del pescado azul una gran cantidad de plancton por lo que al alimentarse más acumulan más grasa y por tanto su sabor es mejor durante los meses de junio a agosto.
Si hay un pescado azul estrella en estas fechas ese es la sardina (Sardina pilchardus), que en la Ría de Pontevedra es capturada por las embarcaciones artesanales mediante diferentes artes como el cerco, el xeito o las redes de enmalle.
La sardina posee cuerpo, que puede llegar a medir 25 cm, es alargado, no muy comprimido de color azulado con reflejos verdosos y plateados en el vientre. La boca, que no se extiende más allá de la parte media del ojo, tiene unos dientes muy pequeños o nulos. En cuanto a sus aletas, la aleta dorsal se origina más cerca del rostro que de la base de la caudal y las pelvianas se encuentran insertadas en posición abdominal (en medio de la zona ventral, bajo la dorsal). En el opérculo tiene unas estrías radiadas.
Vive en aguas superficiales, formando grandes bancos que se aproximan a la costa a finales de primavera y del verano. Con la llegada del invierno y las aguas frías, se aleja y hunde hasta los 150 m.
En cuanto a su reproducción, alcanzan la madurez sexual tras el primer año de vida (13cm). Cada hembra puede llegar a poner entre 50.000 y 60.000 huevos, los cuales permanecen formando parte del plancton una o dos semanas (dependiendo de la temperatura). Una vez eclosionan, las larvas permanecen entre el plancton un periodo más largo de tiempo. Paulatinamente van abandonando la vida planctónica para pasar a hábitos nectónicos, en este caso también pelágicos.
Tras la apertura de la campaña, en los meses de primavera y verano, podemos encontrar este preciado pescado azul en las plazas de abastos de la Ría de Pontevedra, capturado por la flota artesanal con artes como el cerco y el xeito.