Entrevista con una mariscadora de la Cofradía de Lourizán
«TENGO LA MEJOR OFICINA DEL MUNDO»
Lidia nació en Pontevedra y en la actualidad trabaja como mariscadora en la Ria de Pontevedra desde hace ya más de 5 años. A pesar de tener familiares cercanos ligados al mar, nunca tuvo en mente trabajar como mariscadora en el pasado pero la situación de desempleo que vivió hace unos años le abrió las puertas a este sector.
En el tiempo que estuvo desempleado, Lidia realizó diferentes cursos de formación en marisqueo durante dos años en Raxó y en Campelo y consiguió una plaza en la Cofradía de Lourizán.
Nos hemos sentado un rato con ella para que nos cuente un poco más sobre su trabajo y algunas curiosidades del sector.
¿Qué especie marisqueas en la actualidad?
Principalmente la almeja japónica que es la que reina en la zona en la que trabajo. De vez en cuando, podemos también recoger almeja babosa, almeja fina y berberechos cuando lo hay. Pero muy de vez en cuando, nosotros recogemos principalmente la almeja japónica.
¿En qué zonas de la Ría de Pontevedra trabajas?
Yo estoy asociada en la Ría de Pontevedra y por ello puedo trabajar en la playa de Lourizán, en la de Combarro y en otras de Pontevedra. Pero prefiero trabajar en la playa de Lourizán puesto que mi casa está a 5 minutos y es donde más cómoda me encuentro.
Para conocer un poco más vuestro trabajo… ¿nos podrías contar cómo es un día de trabajo?
Nuestro día comienza poniéndonos nuestro uniforme de trabajo que consiste en un traje de neopreno, protecciones, guantes y ahora la mascarilla también por motivo de la pandemia. Una vez preparada, me acerco al establecimiento donde tenemos guardado los útiles y las herramientas, una especie de galpón pequeño donde guardamos todo.
Normalmente llevamos un carro donde transportamos la gancha, una tina con un neumático alrededor para que mejora la flotabilidad, y unos cubos dentro de la tina que nos permiten saber que cantidad de mercancía llevamos. Con todo esto, nos dirigimos a la zona de trabajo y nos metemos en el agua hasta la zona de captura.
¿A qué hora empieza vuestra jornada de trabajo?
El horario de trabajo es muy cambiante, nosotros principalmente trabajamos con las bajamares. Puede ser que un día la bajamar sea a las 8 de la mañana y otro día a las 14, por lo que cada semana tenemos un horario diferente. Pero esto no es un impedimento para conciliar tu vida familiar o personal. El trabajo lo realizamos en 2 horas como máximo, por lo que después durante el día tienes mucho tiempo libre para dedicarte a otras cosas.
¿Qué cantidades de producto manejáis en un día normal?
Para asegurar la sostenibilidad del medio, establecemos cuotas máximas de extracción todos los días. En la actualidad, por ejemplo, extraemos 10 kilogramos como máximo, aunque ahora en época de navidad al existir más demanda la cuota aumenta un poco, hasta los 14 kilogramos.
¿Qué artes de pesca utilizáis?
Las artes que utilizamos son totalmente artesanales. Tal y como lo podían hacer nuestros abuelos o bisabuelos, así lo hacemos nosotros en la actualidad.
Las herramientas que empleamos son totalmente manuales en el momento de la extracción. Por ejemplo, la gancha que es como un rastrillo grande, se clava en la arena y vas arrastrando una vez tras otra, de manera manual. La almeja es un producto muy frágil, por lo que la extracción debe realizarse manual y con mucho cariño.
No tenemos ninguna máquina que nos ayude. La tecnología en nuestro sector afecta más a otros procesos, como el control de peso, elaboración de tickets para los mariscadores, el etiquetado… aquí si que existe alguna tecnología más, pero en la extracción todo es manual.
¿En qué momento del año trabajáis más?
Al trabajar con marisco, generalmente trabajamos más en las épocas navideñas o en mayo cuando se dan festividades, y también en verano.
En relación al control que realizan instituciones como INTECMAR, ¿qué nos podrías contar?
El control que realiza INTECMAR es fundamental para asegurar la seguridad y salud de todos los consumidores de bivalvos. Sin embargo, considero que seria importante que este proceso de seguimiento y control se agilizara de alguna manera para entorpecer lo mínimo posible nuestro trabajo como mariscadoras, es decir, notificando con anterioridad cualquier fenómeno que pueda afectar la calidad del producto que extraemos.
Nos has dicho que perteneces a la Cofradía de Lourizán, ¿qué ventajas tiene pertenecer a una cofradía?
Pertenecer a una cofradía en este sector es fundamental, porque te facilita el trabajo y te permite centrarte solamente en la parte más técnica y profesional: salir al mar y realizar la extracción sin tener que preocuparte de otras cuestiones. Además, se encargan del control de las capturas, la sostenibilidad, se hacen cursos…
¿Crees que hay un relevo generacional en este sector?
Si, si, creo que hay un relevo generacional muy importante, en especial de gente joven y hombres. Ahora hay cada vez más hombres.
¿Cómo os ha afectado la pandemia? ¿Qué medidas protocolarias se siguen en la actualidad?
En el mes de marzo estábamos teniendo unos meses de ganancia muy bueno, y el confinamiento nos afectó bastante, porque tuvimos que parar la actividad y además nos había afectado ya una toxina a principio de mes. Cayó mucho la demanda y el precio.
Volvimos a trabajar en Junio y se instalaron puestos de gel hidroalcohólico en la toma de control donde pesamos las mercancías, llevamos mascarilla y se realizaron diferentes sesiones de formación sobre las distancias de seguridad, y se marcaron cintas en el suelo para marcar la distancia.
En relación al furtivismo, ¿consideras que aun se sigue realizando y como afecta al sector?
El furtivismo lo hubo siempre y parece que va cada vez a más. Es muy importante que existan vigilantes que controlen esta práctica y considero que se deberían de endurecer las medidas. Pero creo que es algo muy difícil de parar.
Desde el GALP Ría de Pontevedra se promueve el consumo y comercialización del producto local y de proximidad de nuestra Ría ¿desde tu punto de vista que es lo que marca la diferencia entre nuestro producto local y el foráneo?
Aquí en Galicia somo unos privilegiados. Los afloramientos de las aguas subterráneas hacen que el marisco sea mucho mejor que en otras zonas como en Portugal o Italia. No soy bióloga para poder darte una explicación técnica, pero está asegurado que nuestro producto tiene una calidad y un sabor envidiable, y eso debe estar bien indicado. La iniciativa de Pescado Artesanal y PescadeRías es muy importante, y facilita al consumidor el conocimiento del origen y calidad del producto que va a comprar.
¿Qué es lo que destacarías de tu trabajo?
Tengo la mejor oficina del mundo, porque vas al mar y te sientes libre. No estás encerrado entre cuatro paredes, estás escuchando el sonido de las olas, estás escuchando las gaviotas, ves a los peces saltando en el agua muchas veces cuando entras muy temprano por la mañana que es cuando están mas activos, incluso a veces los sientes en el brazo…eso es maravilloso. Es un espectáculo. Hay que vivirlo para saberlo. Y lo amaneceres, y las puestas de sol. Incluso la lluvia, aunque parezca algo negativo, a veces cuando llueve muy fuerte y estás luchando para que el capacho no se te caiga con las olas, para mi es un golpe de adrenalina.
Y ya para terminar, ¿Cuál es tu producto artesanal de nuestra Ría favorito y tu restaurante?
Para mí el rey del mar es la centolla por su jugosidad y sabrosura, pero centolla de nuestra ría. ¡Es incomparable!
Y restaurante favorito, podría decir La Brisa Atlántica en Lourido pero tenemos restaurantes maravillosos en toda nuestra zona.